Esther de Miguel. Periódico de Ibiza y Formentera
El bulevar Abel Matutes se convirtió ayer en una mini escuela de concienciación sobre reciclaje y sostenibilidad. En la carpa de la Fundación Deixalles se enseñaba a los niños cómo hacer ropa nueva a partir de piezas viejas o rotas en su taller de customización. «De esta manera se les quiere sensibilizar para evitar que el residuo textil no acabe en la basura», explicó su coordinadora Flor dell’Agnolo. Mientras tanto, el puesto de la Cruz Roja les mostraba los diferentes contenedores de la recogida selectiva. El premio para los que superaban la prueba era una flor plantada en una alcancía reciclada. Un pasos más allá, podían intercambiar juegos y libros con otros niños. Aquellos con vocación de escultores también explotaban su vena artística creando figuras a partir de papel reciclado, después de observar todo el proceso de su elaboración. O bien podían aprender a montar imanes de nevera a base de chapas y pinturas al temple de colores.Pero el momento de máxima expectación llegó de la mano del Guerrero de la Limpieza, un superhéroe enviado por la compañía de limpieza Herbusa para explicar a niños que tienen esforzarse en ahorrar agua, energía y recursos naturales para salvar el planeta.
Cáritas también colaboró en el evento con su puesto de ropa de segunda mano. En su carpa se podían adquirir prendas de vestir, telas de costura, tapetes de ganchillo y también pendientes elaborados por personas sin techo que participan en su taller de reinserción social.
La jornada organizada por el Consejo de Ibiza era la culminación de una serie de inicitiavas llevadas a cabo en el marco de la Semana Europea de la Prevención de Residuos. En lo que va de año las cifras en Ibiza son esperanzadoras, ya que se ha incrementado un 15% la recogida selectiva y un 43% la de residuos respecto al mismo periodo del año pasado, según explicaron.
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