La inciativa ha partido de Pedro J. González y de Marga Roig, Policía Tutor y bibliotecaria del Ayuntamiento de Porreras respectivamente.
El proyecto ha conseguido sortear todas las restricciones derivadas de la crisis del coronavirus, incluido el cierre de Bibliotecas
En Enero de 2020 Pedro J. González, Policía Tutor del Ayuntamiento de Porreres se propuso un ambicioso proyecto: dotar al municipio de un nuevo espacio atractivo para los adolescentes y a su vez dinamizar la cultura impresa en papel entre un público tan acostumbrado a lo digital.
Con esa idea en mente se fraguó la creación de la primera comicteca de la Part Forana y segunda de la Comunidad. Diez meses después, y tras enfrentarse a todas las trabas y dificultades asociadas a una pandemia mundial, incluido el cierre de todas las Bibliotecas, la comicteca empezará su actividad de préstamos de ejemplares en el marco de “Sa Fira 2020”.
Transformando un almacén en biblioteca
Además de la implicación del departamento de Policía Tutor del Ayuntamiento de Porreras, el proyecto ha sido posible gracias a la labor de la Marga Roig, bibliotecaria de Porreres, que desde el principio se volcó en llevar la idea a buen puerto, aportando una de las salas de sus instalaciones que se usaban de almacén y los pocos comics que tenía en sus estanterías, pasando a ser los primeros en formar parte de la colección e la comicteca.
La Concejalía de Cultura también vio con buenos ojos la iniciativa y decidió apostar por ella dotando al proyecto de una partida presupuestaria suficiente para acondicionar y amueblar el espacio cedido por la Biblioteca y adquirir un primer lote de novelas gráficas.
La comicteca también ha sido posible gracias a donaciones desinteresadas hechas por aficionados al arte de la viñeta y compras mensuales realizadas por el propio Ayuntamiento de Porreras.
Durante todo el tiempo que el virus ha mantenido bibliotecas y demás edificios públicos clausurados, se siguieron recibiendo donaciones de cómics y realizándose compras y gestiones. Se lograron importante colaboraciones con la Fundación Deixalles, entidad sin ánimo de lucro que favorece la inserción sociolaboral de personas en situación o en riesgo de exclusión de las Islas Baleares, quienes aportaron parte de los cómics que llegaban a su organización y de la Dolmen editorial, una de la editoriales de cómic más reconocidas a nivel nacional.
Y, al final, como en muchas de las historias que suelen recogerse en las viñetas, esta aventura ha logrado llegar a un feliz desenlace, si bien la fastuosa inauguración planeada para este nuevo espacio del ocio y de la cultura para adolescentes y adultos deberá esperar a que lleguen tiempos más amables para las reuniones sociales.
